Traductor

No lo hagas si no quieres

Es muy importante enseñar a los hijos a que no deben hacer cosas que los hagan sentir incómodos.

No lo hagas si no quieres

No se le debe obligar a un niño a besar o abrazar un familiar si no quiere, ni mucho menos regañarlo si no lo hace, aún si en nuestra familia se considera como de "mala educación".

La importancia de esto, radica en que los niños deben sentir confianza hacia los adultos que les rodean. Si son capaces de evitar situaciones que les resultan incómodas, con la aprobación paterna, entonces será más fácil para los pequeños librarse de situaciones de abuso sexual.

De la misma manera, debemos inculcarles que nadie tiene derecho a tocarlos, abrazarlos o besarlos si no lo desean, ni siquiera compañeros de su misma edad. Y que si se llegan a sentir incómodos con alguna situación deben alejarse lo antes posible.

Muchos niños experimentan el inicio de su sexualidad "a la fuerza", es decir que hacen cosas por presión externa y no porque realmente lo deseen. Por ejemplo el caso de un niño de 13 años que le gustaba a una chica de su clase, la chica lo arrinconó en las escaleras de la escuela y lo besó, él no supo que hacer ni como reaccionar. Aunque al muchacho le agradaba la joven, se sintió incómodo por la forma en que pasó.

Este tipo de experiencias pudieran parecer inocuas, pero cuando no se les enseña a los chicos a huir de este tipo de situaciones, las consecuencias suelen ser terribles cuando se encuentran con adultos que desean forzarlos.

Un ejemplo más positivo le ocurrió a una niña de 10 años:

Jugaban a la botella y le tocó darle un beso a otro niño. Los dos estuvieron de acuerdo, se metieron en un closet y se dieron un beso de "piquito". Ella explicaba que sentía como nervios bonitos, disfrutó la experiencia.

Tiempo después, un primo más grande que ella la quiso besar para "enseñarle" como besan los hombres, inmediatamente la niña salió corriendo y le contó a su mamá pues le habían enseñado que nunca debe hacer algo que no desee y que debe salir si se siente incómoda.

Un niño que identifica sus emociones y que acepta que está descubriendo su sexualidad, podrá en la mayoría de los casos evitar o al menos evidenciar un intento de abuso sexual.

Preadolescencia

La preadolescencia es una de las etapas más importes en la vida, pero también es la que implica más peligro en cuanto al abuso sexual se refiere.

Preadolescencia

Entre los 10 y los 11 años los chicos comienzan a utilizar con mayor frecuencia la Internet: chatean, usan redes sociales y hacen amistades a través de la red virtual.

Las chicas estarán expuestas constantemente a mensajes en donde las mujeres se perciben como objetos o modelos hipersexuadas y provocadoras. Los paradigmas de Britney Spears o Paris Hilton son competencia desleal para cualquier familia que quiera evitar que su hija sueñe con ser bailarina de strip tease y vestirse como tal.

Los chicos también pueden verse tentados a mirar pornografía, corriendo el riesgo de entrar en contacto con escenas realmente fuertes que incluyen violencia, sexo con animales o con adolescentes.

Utilizar mecanismos de protección en las computadoras de casa y exigirlos en las de la escuela es fundamental, pues ésta es las edad en que más pedófilos contactan con niños y niñas.

Pornografía infantil

Esta semana encontramos una triste noticia, compartimos la nota con ustedes esperando que sea motivo de reflexión:

Pornografía infantil

México, primer lugar en producción de pornografía infantil: Organización Infancia Común



“Tristemente, México es el primer lugar en América Latina en producción de pornografía infantil; la gente creé que sólo son fotos o que sólo es un video, pero eso daña y los daña para siempre porque a veces son relaciones reales y otras simuladas, pero esos niños están siendo trastocados en su integridad y están siendo sometidos a una serie de experiencias que no tiene que sufrir un niño o un adolescente”, declaró Mayra Rojas Rosas, representante de la Organización Infancia Común, durante su participación en el Segundo Congreso Latinoamericano sobre Trata y Tráfico de Personas que se lleva a cabo en la Universidad Iberoamericana Puebla.

En rueda de prensa, Rojas Rosas dijo que el tema de la explotación sexual de niños y adolescentes no es nuevo; sin embargo, es hasta ahora que se hace visible para la sociedad. “Si estás hablando de explotación sexual, lo que la gente llama prostitución, los estudios más recientes son de 2003 y hablan de entre 16 y 20 mil niños explotados sexualmente. Un estudioso de la problemática dice que en la frontera sur se cuentan entre 60 y 70 mil niños en trata laboral o sexual. No hay estadísticas fidedignas ni estudios propios, a nadie le interesa, al Estado no le interesa y se requieren muchos recursos para hacer esta investigación”, dijo ante los representantes de los medios de comunicación.

Posteriormente, aseguró que, en general, la trata de personas es un negocio más grande y más redituable que el narcotráfico. Consideró que la única forma de combatir este delito es a partir de la cooperación y del impulso, de la exigencia de la “visibilización” del problema. “No se trata de un problema de persecución, se trata de construcción; hay que modificar las legislaciones, generar espacios para dar atención integral a las víctimas de trata y que tengan posibilidades de desarrollar una vida diferente. Que el Estado asuma parte de su responsabilidad porque a veces por presuntas complicidades u omisiones hemos tenido problemas”, enfatizó.

Por último, la representante de la Organización Infancia Común se refirió a los ninis, los jóvenes que ni estudian ni trabajan. Mencionó que los jóvenes no cuentan con las oportunidades suficientes para desarrollarse porque el Estado no les ha dado la oportunidad y muchos han tenido que unirse a las bandas de delincuencia. “Exigimos al Estado, desde este foro, que tome cartas en el asunto, lo que está haciendo en este momento es autoaniquilarse porque un Estado que no protege a su gente no tiene sentido”, finalizó.

Boy Scouts

Leyendo una nota sobre los expedientes del grupo "Boy Scouts" acerca del abuso sexual, recordé que hace algunos años que nos hicieron la propuesta de inscribir a nuestro hijo mayor a esta actividad.

Boy scouts

En aquel entonces, pensando precisamente en la enorme cantidad de tiempo que el pequeño pasaría solo con adultos desconocidos, su padre decidió no inscribirlo (a decir verdad a mi no me hacía gracia el asunto, pero porque prefería que mi hijo hiciera otro tipo de cosas).

A final de cuentas, reflexionando sobre este episodio, me doy cuenta de que en realidad no podemos cuidar a nuestros hijos todo el tiempo ni vivir por ellos. Esto es ilógico e insano para su desarrollo emocional.

Lo que sí podemos hacer es educarlos para protegerse de los peligros. Así como enseñamos que no deben aceptar golosinas de ningún desconocido, pues enseñarles también que no toda la gente tiene buenas intenciones y que si se sienten incómodos con alguna situación deben contarlo.

Sin embargo, no es suficiente con las palabras, sino que debemos demostrar nuestros pensamientos con acciones. De manera que debemos siempre demostrar a nuestros hijos que pueden confiar en nosotros y hablar cuando lo necesiten. Deben saber que no nos enojaremos ni asustaremos, que somos un apoyo firme para ellos en momentos difíciles de su vida.

De manera que podríamos inscribir a nuestros hijos para que sean Boy Scouts, o podrían probar con cualquier otra actividad: deporte, danza, música. Y tener la certeza de que pase lo que pase, siempre creeremos en ellos y los apoyaremos.

Educación infantil

Hace algunos años, insertar educación sexual en el núcleo familiar era impensable. Conozco por ejemplo el caso de una niña de cuatro años (hoy una señora adulta de 60 años), a quienes sus papás le propinaron una golpiza, por decir que una señora "tenía un bebé en la panza".

educación infantil

La mayoría de las personas mayores de 30 años crecimos en una cultura en la cual la violencia era común en los procesos educativos, y por supuesto había cosas de las uno no debía hablar. Los profesores podían jalar las patillas de los alumnos por un error gramatical y dar reglazos y bofetadas a la menor provocación. Millones de padres aseguraban que más valía una nalgada a tiempo y los cinturonanzos eran aceptados y promovidos como buenos métodos educativos.

En estas circunstancias ningún niño podía negarse a las peticiones adultas, incluyendo situaciones de abuso sexual infantil. Fue el duro trabajo de muchos especialistas el que logró demostrar las causas y consecuencias del abuso infantil de cualquier índole.

Sin embargo, en estos tiempos también se está cayendo en un extremo peligroso. Los padres tienen tal miedo de no traumatizar a sus hijos y de que no sufran lo que ellos sufrieron, que no ponen límites en la educación de sus hijos. Desgraciadamente, sin límites no se pueden aprender principios ni valores, y tampoco se sabe en quien confiar. No saber en quien confiar, expone a nuestros hijos a los peligros de los depredadores sexuales.

Actualmente hay una corriente de psicoterapeutas especializados que están atendiendo a hombres y mujeres jóvenes, entre los 20 y 21 años de edad, que sufren inseguridad, inmadurez sexual y erótica, miedo y desapego emocional. Es decir, no están preparados para la vida adulta.

Estos adultos jóvenes, no sólo crecieron sin límites en su familia, sino que además fueron sobreexpuestos a la cultura televisiva que reproduce valores contradictorios, sexistas, machistas, aniñantes, que enaltecen el maltrato y la intolerancia.

Con lo cual, nos hemos vuelto una sociedad hiperinformada, pero mal informada; mucho no significa bueno. La violencia sigue normalizada entre adolescentes, niños y niñas.

Aunque se procura ya no utilizar castigos corporales, el resultado sigue siendo el mismo al no poner límites y desproteger a nuestros hijos, así como exponerlos a maneras inadecuadas de vivir el mundo a través de la televisión y la publicidad.

Es responsabilidad de todas las personas adultas erradicar esos valores de agresión y maltrato como formas de control, educación y dominio. El reto es lograr una educación integral, amorosa y activa.

Preguntas sobre sexo

Seguiremos recalcando que la educación sexual es el mejor preventivo para el abuso. Si tu pequeño o pequeña te hace preguntas sobresexo, ya sea porque tiene curiosidad natural acerca de su cuerpo o porque escuchó algún comentario, responde y aclara todas sus dudas.

preguntas sobre sexo

Cosas que no debes hacer cuando tu hijo(a) te hace alguna pregunta sobre sexo:

-No te enojes. Nada causa más miedo en un niño, que el enojo de un adulto. Si respondes con enojo, tu hijo jamás volverá preguntarte y las dudas que tenga las resolverá en otro lugar.

-No entres en pánico. Si tu hijo o hija nota que actúas con nerviosismo o con reticencia al momento de hablar contigo, entonces se confundirá con lo que le digas. Además, al actuar de forma nerviosa darás la impresión de estar hablando de algo malo o peligroso.

-No mientas. Las mentiras destruyen la confianza en toda relación. Si le mientes a tu hijo, él se dará cuenta tarde o temprano y entonces jamás volverá a creer nada de lo que digas.

También debes recordar, que las preguntas de un niño no siempre tienen el mismo sentido que para el adulto. Por ejemplo, está el caso de una niña que preguntó qué es pene, porque escuchó a alguien decir "hay que rezar para que su alma no pene"; y también un niño que preguntó por dónde nacen los bebés, porque había escuchado que nacen en un hospital. Antes de responder, asegúrate de saber qué es exactamente lo que está preguntando tu hijo o hija, si tienes duda puedes preguntarle dónde escuchó su duda o por qué lo pregunta. De esa manera no lo confundirás y darás respuestas más acertadas.

Expresar emociones

Además de otorgar educación sexual a nuestros hijos para prevenir el abuso sexual infantil, otra cosa que debemos hacer es enseñarles a identificar y expresar sus emociones.

expresar emociones

Un niño o niña que es capaz de decirle a un adulto "no me gusta que me hables así porque me siento asustada" o "me pongo triste cuando no me escuchas", será un infante mejor protegido.

Nombrar claramente las emociones y sentimientos, ayuda al niño a verbalizar cualquier intento de abuso. Un niño que sabe expresar lo que le duele, incluso en cuanto a lo que hacen sus propios padres, difícilmente guardará silencio si alguien intenta entrar en su habitación o llevarlo a algún lado con el propósito de abusar de él.

Los pedófilos eligen conscientemente a sus víctimas, y casi nunca se atreven a abusar de niños y niñas informados que saben expresar lo que sienten y viven. Saben que esta clase de niños los denunciarán inmediatamente sin importar las amenazas que se les hagan.

Es muy importante además, enseñar a los niños expresar sus emociones aunque sean negativas como el enojo y la ira, y aunque sean con respecto a familiares muy cercanos y queridos como mamá o papá. Las estadísticas mundiales nos dicen que en el 80% de los casos de abuso sexual infantil, el violador es el padre, abuelo, padrastro, tío, hermano o primo; de manera que los niños deben saber, que aunque tengan sentimientos negativos de sus familiares, pueden expresarlos sin temor a castigos ni represalias.

Por último, sólo para aclarar, que el 80% de los abusadores sean hombres, no implica que el 80% de la población masculina abuse sexualmente. Aún así, es necesario preparar a nuestros hijos de manera que no se conviertan en víctimas de depredadores.

Educación sexual para niños

En otras publicaciones hemos recalcado la importancia de la educación sexual para niños, misma que previene el abuso sexual infantil y ayuda a vivir de forma responsable la sexualidad al llegar a la adolescencia y durante la vida adulta.

educación sexual para niños

La siguiente es una lista de consejos al abordar la educación sexual para niños:

1. Deshacerse de los falsos consejos populares que dicen que nunca debemos decirles nada que no pregunten.

No enseñarles sobre sexualidad a los niños si no preguntan, equivale a no enseñarles a ir al baño hasta que pregunten como aguantarse lo suficiente para no mojar el pañal. Además, muchos son muchos los niños que no preguntan por temor a la reacción de sus padres.


2. La educación es formación.

Así como enseñamos a los hijos sobre nutrición, así también debemos enseñarles sobre sexualidad conforme van creciendo: sobre los cambios en su cuerpo tanto físicos como emocionales, para qué se dan estos cambios, sobre la vida en pareja y el erotismo entre otros temas.


3. Establecer acuerdos con los familiares que ayudan en la crianza del menor.

Entre los adultos que cuidan a los hijos debe haber congruencia y honestidad. Si en casa los padres hablan sobre sexualidad a los hijos, entonces los abuelos u otros familiares que ayudan en el cuidado de los menores no deben establecer mitos, tabúes o prejuicios respecto al sexo.

Por ejemplo, decirles que la masturbación los dejará ciegos o que les hará crecer vello en las manos, sólo conlleva al pensamiento de que los adultos mienten y no son de fiar. Lo mismo con otras "explicaciones" que comúnmente se les da a los niños, como que la cigüeña trae a los bebés o explicaciones a medias como que los bebés nacen de la "panza" de la mamá (muchos niños se llegan a preguntar cómo es que la mamá se comió un bebé para que llegara al estómago).


4. Explicar a los hijos que no es correcto que los adultos tengan conductas sexuales delante de ellos.

La gran mayoría de los pedófilos actúa por aproximaciones. Comienzan exhibiéndose, tocándose o masturbándose frente a los menores. Por lo tanto se debe explicar claramente a los hijos que significan esas conductas (explicarles qué es la masturbación por ejemplo) y que ningún adulto debe exhibirse así frente a un niño; y que si eso pasa el menor debe denunciarlo a sus padres o a un adulto de confianza.


5. Desinformar es exponer al peligro.

Muchos padres creen que al no hablarles a sus hijos sobre sexualidad, mantienen la "pureza" de los niños más tiempo. Esta forma de pensar no sólo transmite la idea de que el sexo es malo y sucio, sino que además expone a los niños a depredadores sexuales que se aprovechan de su ignorancia.


6. Debe haber congruencia entre la educación en casa y la educación escolar.

La congruencia entre la educación de casa y la escolar es más importante de lo que generalmente se cree. Cuando hay incongruencia entre ambas se está transmitiendo un mensaje contradictorio; pues si en casa se habla abiertamente de sexualidad, pero en la escuela no se habla de ello porque es pecaminoso, entonces los niños desconfiarán de ambas partes y buscarán información en otro lado aunque no sea la correcta y adecuada.

Aún cuando se trate de una escuela religiosa, ésta puede enseñar a sus alumnos sobre sexualidad y valores.