SOBRE LA CORRUPCIÓN

La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, hizo un llamado para que las autoridades capitalinas erradiquen las prácticas que criminalizan la niñez.

Este llamado lo hace por los cientos de casos en los que niños y niñas son abusados sexualmente y no se les hace justicia, y ponen como ejemplo el caso de un taxista que fue descubierto en el momento justo en que estaba abusando sexualmente de dos niñas de trece y catorce años respectivamente.

A pesar de que fue arrestado, acusado por corrupción de menores y sentenciado, el taxista fue absuelto por la Sexta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.

La primera sentencia que recibió el taxista fue por siete años de prisión; pero fueron tres magistrados quienes le dieron su libertad: María Esperanza Rico Macías, María de Jesús Medel García y Alejandro Sentíes Carriles. Lo hicieron por unanimidad, su argumento: "Lo corrompido no se puede corromper".

"Lo corrompido no se puede corromper", aludían con esta abominable frase, al hecho de que una de las jovencitas abusadas estaba en condición de calle. Aparentemente, los magistrados decidieron que los niños de la calle no tienen derechos y que se puede abusar de ellos impunemente.

Dos años después de esta puesta en libertad, el acusado recibió otra sentencia, esta vez por nueve años en el Reclusorio Oriente. El acusado promovió entonces un amparo.

Con respecto al actuar de los magistrados, solía decir un funcionario que conocí: "La irresponsabilidad también es corrupción".

Y definitivamente los magistrados se equivocan, lo corrompido sí se puede corromper más todavía, y para muestra están ellos mismos.