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Aumento de denuncias por abuso sexual infantil



En los últimos años ha habido un aumento en las denuncias y detección de casos de abuso sexual infantil.

No significa necesariamente que haya aumento en los casos aunque, como hemos comentado, la explotación sexual infantil sí ha aumentado debido a la proliferación de las redes dedicadas a ello.

En todo caso, el incremento en las denuncias también se debe a que hoy día se habla de forma más abierta sobre sexualidad. Los niños que han recibido algún tipo de instrucción respecto a su cuerpo, saben que que deben denunciar a alguien que ha abusado de ellos, aunque se trate de un familiar.

Sin embargo, las denuncias aún son insuficientes. Se calcula que sólo entre un 10% y 20% de los casos son denunciados y se sabe que el abuso sexual a menores es mucho más frecuente de lo que las cifras revelan.

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Mitos sobre el abuso sexual infantil



Los siguientes son algunos mitos persistentes sobre el abuso sexual infantil:


MITO #1: El abuso sólo ocurre en familias pobres.

REALIDAD: El abuso puede ocurrir en cualquier tipo de familia sin importar su nivel económico. El abusador muchas veces se aprovecha de la confianza que hay dentro de la familia hacia él.


MITO #2: Los agresores siempre son del sexo masculino.

REALIDAD: Aunque la mayoría de los abusadores son hombres, se han reportado casos en donde el agresor es una mujer.


MITO #3: Los agresores son gente ajena a la familia.

REALIDAD: La mayoría de los casos de abuso se dan por parte de familiares y en muchos casos incluso de los propios padres.


MITO #4: Los agresores son enfermos mentales y no tienen control sobre lo que hacen.

REALIDAD: Los abusadores son capaces de llevar una vida normal en cualquier otro aspecto de su vida, ya sea laboral y social; y controlan bien sus impulsos. Tan es así que jamás hacen daño a sus víctimas cuando se saben vigilados.


MITO #5: Los abusadores son rechazados sexualmente por sus parejas y por ello buscan lo que necesitan en el menor.


REALIDAD: Un adulto es capaz de satisfacer sus necesidades sexuales con cualquier otra pareja adulta. Nadie lo obliga a estar con alguien que lo rechaza y mucho menos desquitarse con un infante.


MITO #6: Los niños en ocasiones provocan el abuso al coquetear con el agresor.


REALIDAD: El adulto siempre tiene responsabilidad por la situación. El niño por otro lado, no tiene el poder de obligar a un adulto a nada, en cambio el adulto sí.


MITO #7: Los niños inventan las agresiones para llamar la atención.


REALIDAD: Los niños son imaginativos, pero no tienen la capacidad de relatar e inventar el miedo y la confusión que provoca un abuso sexual.


MITO #8: Lo que pasa dentro de una familia es privado y sólo la familia debe resolverlo.

REALIDAD: Un agresor debe ser denunciado tanto si es familiar como si no. El abuso por otro lado provoca un trauma y una ruptura en la familia que debe ser intervenida por un profesional.


MITO #9: El abuso sexual no se puede prevenir.


REALIDAD: El abuso sexual se puede prevenir de varias formas, entre otras se debe proporcionar educación sexual a los niños y enseñarles que nadie tiene derecho a tocar sus cuerpos, ni siquiera miembros de su propia familia.

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Los niños son vulnerables ante el abuso



Los agresores sexuales suelen utilizar amenazas, engaños, manipulación y violencia para conseguir su objetivo.

Los niños son realmente vulnerables ante este tipo de acciones pues temen el poder del adulto, tanto para lastimarlos a ellos como a sus seres queridos. En ocasiones las amenazas pueden realmente violentas, como decir al infante que si no accede lo matará a él o a sus padres.

Los chantajes emocionales también le provocan al niño gran miedo y ansiedad, el temor de perder el cariño de su familia por ejemplo, si se le dice que lo dejarán de querer si cuenta algo o que destruirá a la familia.

También están los niños que por su corta edad son incapaces de verbalizar lo que ocurre y mucho menos de oponer algún tipo de resistencia. Niños de 2 ó 3 años, incluso bebés lactantes, son aún más vulnerables ante los ataques de un abusador.

Otro grupo que corre un gran riesgo es el de los niños discapacitados. Aquellos que tienen problemas de lenguaje y comunicación o presentan algún grado de discapacidad intelectual, están en una situación especialmente desfavorable porque les será prácticamente imposible denunciar a su agresor.

No se trata de caer en una situación de pánico y sobreproteger al menor; pero sí de poner atención cuando el pequeño, ya sea de forma explícita o no, indique que está pasando por una situación que lo daña o perturba.

En el caso de que el menor denuncie directamente a su agresor, hay que otorgarle todo nuestro respaldo y hacerle saber que cuenta con nosotros.

En situaciones donde el menor no pueda comunicarse, hay que estar atentos a su desarrollo físico y emocional; pues si de alguna forma hay un retroceso en cuestiones que ya había dominado o perturbaciones del sueño, entonces es momento averiguar qué sucede. Evidentemente no siempre se tratará de un abuso sexual, pero desafortunadamente cabe la posibilidad.

Algunos niños pequeños, después de un ataque comienzan a mojar la cama otra vez o tienen terrores nocturnos. En cualquier caso, hay que acudir con un especialista para que determine el estado del menor.

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Pornografía infantil en México



En México, existe una unidad llamada "Policía cibernética", cuyo objetivo es investigar delitos informáticos; sin embargo, son pocos los casos que atienden en la materia, pues primordialmente se dedican al problema de la pornografía infantil en la red.

Hay una razón para ello: México es el consumidor número 1 de pornografía infantil, a nivel mundial.

Las redes de explotación sexual infantil son numerosas y van en aumento, pues tienen clientes asegurados. Los niños generalmente son atraídos a estas redes por la fuerza o engaños, incluso hay casos en donde es la propia familia quien los vende.

Por otro lado, es sabido que a México se le considera "Un paraíso sexual". Las leyes son laxas, el delito la mayoría de las veces no se castiga y los "clientes" pueden encontrar gran variedad de lo que buscan. Por eso el "turismo sexual" se ha ido extendiendo.

Las redes de prostitución infantil son un grave problema, sobretodo porque en ocasiones son las mismas autoridades las que están involucradas: Diputados, banqueros, gobernadores; son clientes o promotores de este comercio.

La Ley no ayuda. La Prostitución infantil no se considera como delito, pues está catalogado como abuso y corrupción de menores. No hay penas mayores para los delincuentes si es que llegan a enjuiciarlos.

Las redes de comercio sexual infantil están tan bien organizadas que difícilmente no se pueden dar cifras en cuanto a su presencia. No hay asociaciones en México que posean una información exacta, y quienes investigan el problema ponen en riesgo sus vidas.

Ante este panorama, las probabilidades de rescatar a la víctima son escasas.

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Tipos de abuso sexual



El abuso sexual infantil se define como:


"Contactos e interacciones entre un niño y un adulto (agresor) que usa al niño para estimularse sexualmente él mismo, al niño o a otra persona. El abuso sexual puede ser cometido también por una persona menor de 18 años cuando ésta es significativamente mayor que el niño (víctima) o cuando el agresor está en una posición de poder o control sobre el otro".

National Center of Child Abuse and Neglect (1978)



Podemos encontrar varios tipos de abuso:

-Abuso sexual: Cualquier forma de contacto físico con o sin acceso carnal, realizado con violencia o intimidación y sin consentimiento. Puede incluir: Penetración vaginal, oral y anal, penetración digital, caricias o proposiciones verbales explícitas.

-Agresión sexual: Cualquier forma de contacto físico o verbal con violencia o intimidación y sin consentimiento.

-Exhibicionismo: Es una categoría de abuso sexual sin contacto físico.

-Explotación sexual infantil: Una categoría de abuso sexual infantil en la que el abusador persigue un beneficio económico y que engloba la prostitución y la pornografía infantil. Se suele equiparar la explotación sexual con el comercio sexual infantil.

Dentro de la explotación sexual infantil, existen diferentes modalidades: Tráfico sexual infantil, Turismo sexual infantil, Prostitución infantil, etc.

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El abuso sexual infantil es una forma de maltrato



El abuso sexual infantil está contemplado dentro de la categoría de maltrato. El maltrato infantil se define como:

Acción, omisión o trato negligente, no accidental, que priva al niño de sus derechos y su bienestar, que amenaza y/o interfiere su ordenado desarrollo físico, psíquico o social y cuyos autores pueden ser personas, instituciones o la propia sociedad.

El maltrato no es un hecho aislado, sino que es un proceso que viene determinado por varios factores. En este sentido, el abuso sexual suele estar acompañado de otro tipo de maltratos como golpes, insultos, descuido de necesidades básicas (alimentación, vestido), etc.

En muchas ocasiones, los niños que son víctimas de agresión sexual por parte de algún familiar, también son maltratados de diferentes formas dentro de la misma familia. De manera que amenazas por parte del agresor como "nadie te va a creer" o "si lo cuentas destruirás a la familia" se vuelven muy reales.

A menudo, cuando el infante denuncia la agresión, es criticado y anulado. Ya que las familias inmersas en una situación de violencia, suelen tener jerarquías muy estrictas donde la opinión de los hijos es inexistente.

Por ese motivo, una forma de prevenir el abuso sexual infantil, es fomentar la comunicación en la familia y eliminar la violencia. Si un niño sabe que cuenta con sus padres para cualquier problema y que será escuchado, difícilmente caerá en las amenazas de un agresor sexual.

Por otro lado, un ambiente familiar equilibrado ayuda al niño a diferenciar entre una situación segura y una que no lo es.


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Video sobre abuso sexual infantil

El siguiente es un video realizado para un proyecto de la facultad de psicologia de la Universidad Nacional del Rosario (UNR) en Argentina, sobre el abuso sexual infantil. Explica entre otras cosas el sufrimiento y las contradicciones emocionales por las que pasan las víctimas.




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La difícil situación de un abuso



Recuerdo haber leído alguna vez una noticia en el diario. Una pequeña de 11 once años había sido abusada por el tío en su propia casa. Cuando la niña lo contó en su familia nadie le creyó, de manera que los abusos siguieron hasta que finalmente la madre lo descubrió. La señora estaba destrozada, no podía que creer que su propio hermano se atreviera a tocar a su pequeña. Aún así ella decidió denunciarlo y lo que siguió fue un largo proceso legal.

Pese a todas las pruebas recabadas, el tío insistía en que la pequeña había provocado e incluso pedido el abuso. La niña tuvo que someterse a varios careos y la familia presentar pruebas de su inocencia como si fuera ella la que estuviera siendo juzgada.

A este duro desafío es el que tienen que enfrentarse las víctimas de abuso sexual. Aguantar el sufrimiento en silencio durante años porque su agresor las amenaza, cuando se arman con el valor suficiente a muchas víctimas no se les da crédito. Muchos padres de familia creen que es producto de la imaginación del infante y niegan la realidad. Si la víctima encuentra apoyo familiar entonces hay que lidiar con unas autoridades ineficientes en la materia, que cuestionarán duramente al menor sobretodo si este es de sexo femenino. Sin contar con los problemas emocionales que hay que tratar.

La única forma de prevenir el abuso sexual es a través de la educación. Enseñar a los niños que nadie tiene derecho a tocarlos y hacer hincapié en que pueden confiar en sus padres ante cualquier situación que se presente.

Ese es el motivo de escribir este blog. Ofrecer información para prevenir futuros abusos. Cualquier duda o comentario no duden en hacerlo llegar.